Que la luna y su mengua
no atajen el brote de la palabra
la excusa, la espuela
el ánfora hendida
coartada que se derrama en suelo de nadie.
Que la sombra y su avance
no nos dejen inermes, botín del silencio.
Dibujaré un árbol
con dedos suplicantes hacia el cielo
para colgar verbos en ellos
para malograr la angurria de los tiranos
Lirio y médula en baile salvaje.
Que la exactitud nos salve
cuando ya nada más lo haga.
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